El término anime proviene de la abreviación de la transcripción japonesa de la palabra inglesa “animation”. En la actualidad todos relacionamos el anime con las series de dibujos japonesas, pero no siempre fue así.
Muchos de nosotros hasta mediados de los 90, no entendíamos qué era el anime o el manga; oíamos hablar de ellos, pero lo asociábamos con hobbies de un ámbito muy reducido de personas, a los que considerábamos frikis por su fanatismo por el mundo del cómic, en el que se integró muy bien el manga.
Probablemente por las grandes diferencias que hay entre nuestra cultura y la cultura oriental, le ha costado más calar en nuestra sociedad. Pero hoy por hoy se convierte en práctica habitual la celebración de festivales de Manga, como “El salón del manga” en Valencia o el “Manga Fair” que se integra dentro del salón del Cómic de Barcelona, donde asisten gran cantidad de jóvenes disfrazados de sus personajes de manga favoritos y comparten sus aficiones.
En España la cultura japonesa ha encontrado en el anime y el manga una vía de propagación. Hay muchas personas que consumen este tipo de cultura y un ejemplo de ello es Belén Gallardo, una joven de 22 años estudiante de LADE y Publicidad que dedica parte de su tiempo libre a este hobby. La imagen que ilustra esta entrada es creación suya.
Amaya Jiménez Coque
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